AMOR... ¡Qué
palabra tan pequeña para definir el rastro imperecedero de los días
inconformes! para definirnos manos, bocas y vientres instrumentos de la
tierra, alas en ascendencia. AMOR, así se nombra una palabra ingenua
aferrada al egoísmo, a la errónea creencia de que las notas son la
música y no la cadencia. De que debemos salvarnos con los brazos,
aferrarnos al cuerpo, fundirnos con otro más perdido
que nosotros para andar el camino sin ojos, sin piernas, ni referencia.
NO! el amor no limita al "SUR" con ninguna frontera, ni es dolor de
manos vacías, ni golpe de espalda y espuela. Definimos tontamente lo que
no concebimos en la cabeza para saciar un morbo, el instinto intuitivo
de las bestias que no conocen la diferencia. ¡NO! AMOR es otra cosa, un
cirio luminoso que no se vende en los comercios, otra esencia.
(Si lo compartes por ahí, dame los créditos. Gracias)
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