Para las que se equivocan pesando que todo es fácil, que para tomar las riendas y hacer las cosas no se
necesita fuerza, sacrificio, dolor, penas y empeño. Para las que difaman sin saber cuan caro es el precio de la ingratitud y el demérito. Para las que sólo quieren la fama, el aplauso, la recompensa sin martirio, ni esfuerzo. Para las que quieren
todo sin saber lo que a otros les cuesta, sin mirar a las que se
sacrifican, a las que mal pasan, las que se callan heridas y se levantan
altas sin rendirse a la inclemencia de sus flechas.
Antes de juzgar a otra mujer, de
acusarla de no ser perfecta, de no mirarse en tu espejo, de
equivocarse, de provocarte la envidia y la desavenencia...primero sigue sus pasos, ponte en sus zapatos y si te caben, sabrás a donde te lleva su
huella.
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