No con chismes, ni saboteando al otro, ni tejiendo intrigas, ni criticando lo que no te atreves a construir tú mismo/a. No dejando de hacer lo que debes o lo que amas, por andar buscando una excusa tonta para mantener viva la llama que encendió tu odio. Mucho menos sacando enemigos del lugar de tu memoria donde sólo habitan los fantasmas. No buscando en los lugares equivocados la razón de tus terremotos, ni cerrando las puertas de quien te necesita, sólo porque te ha lastimado o porque un día te dio la espalda.
¡El éxito se logra trabajando!
No creyendo que todo mundo está predispuesto en tu contra, ni que todo gira en torno tuyo. Es tiempo de perseverancia, de dejar de ser víctima y darte cuenta de la gran cantidad de milagros obrándose en tu nombre. Un montón de manos se extienden para levantarte y llevarte a la cima, siempre y cuando tú, te dispongas dar el primer paso.
Si las manos que una vez te ayudaron hoy se recogen, y navegan otros rumbos, no por eso merecen menos reconocimiento y honra. Sé agradecido/a con el pasado, y benevolente con quien cumplió su turno. Trabaja por lo que quieres y deja de perder el tiempo en otras cosas sin importancia. Así, empezarás pronto a cosechar tus frutos...
#JaelUribe
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