Hay lugares en los que te sientes como en casa. En donde es agradable pisar porque te encuentras con gente que cree en tu lucha y la validez de tus argumentos. Gracias al segmento “Hablemos”, conducido por Jasmín Cacheux desde México por la invitación a hablar de lo que amo y me mueve. Les comparto el video con la amena charla.
Alcanzar tu paz viene con muchas despedidas. Y es que, ser feliz es un estado de conciencia, es el momento donde tomas las riendas de tu vida y decides con quien si, con quien no y con quien nunca.
Hay gente que no merece pisar el suelo que pisas, que no merece un sólo de tus pensamientos. Deja de preocuparte por lo que hagan o digan otros. Deja de vivir afuera de ti mismo/a.
Por eso, te auguro despedidas sanas, que aprendas a decir “hasta aquí” y “hasta nunca”. Aprende a decidir el momento de marcharte, aprende a irte de donde nunca te han valorado y de donde no eres bien recibido.
La paz conlleva responsabilizarte por ti mismo/a y darte cuenta que eres lo que cargas y decides. Procura llevar a cuestas únicamente lo que es tuyo, lo demás, devuélvelo al universo con agradecimiento. ¡Deja que lo que no te conviene se vaya! Así sean gentes, cosas o sentimientos.
Se puede vencer cualquier batalla, se puede llegar bien lejos pero primero, no olvides soltar el lastre y viajar con el cuerpo y la mente ligeros.
¡Te deseo un montón de despedidas! Toma el control de tus sueños.
Jael Uribe
www.jaeluribe.com
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Achieving your peace comes with many goodbyes. Being happy is a state of consciousness, it is the moment when you take the reins of your life and decide who you stay with or who without.
There are people who don't deserve to walk on the soil you walk on, who don't deserve a single one of your thoughts. Stop worrying about what others do or say. Stop living outside yourself.
Therefore, I wish you healthy farewells, and learn to say “it’s enough” and “goodbye”. Learn to decide when to leave, flee from where you have never been valued and go when you are not welcomed.
Peace involves taking responsibility for yourself and realizing that only you can decide what you carry. Try to take with you only what is yours, the rest, return it to the universe with gratitude. Let go what doesn't suit you! Whether they are people, things or feelings.
You can win any battle, you can go far, but first, don't forget to let go of the burden, travel with a light body and mind.
I wish you lots of goodbyes! Take back control of your dreams.
Jael
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Screaming, from the depths of helplessness, makes us free, gives us back our wings - I say so.
Screaming out of horror knowing, we are right in the eyes of a coward's sight,
the man who swore to protect us and broke 'willingly and intentionally'
our voice. We know how difficult it is to get up with broken
teeth, finding the guttural roar to get rid of the rage that dwells
within. To lift our
honor, not to break in half; Finding ourselves in loss, the lifted
word, the lost letters, in art that heals the bruises of the
soul and fills, once again, our lungs. That's a luxury no one can
deprive us of, the intimate space where we are safe from manipulation and narcissism.
The
men who promised to love us, relegate who
we are, delay our escape, block our path from the light. But only until we know
where our strength comes from, when the cracked voice that awaits to
spring
from within us, comes out as a cascade of love. When the time comes to
take off, after abuse and disrespect, away from tears of pain and control,
only then no fist will ever weaken us, no one will intimidate a woman who
loves herself and knows, she's got her own. No man will stop the seeds of hope from spreading in the wind, where he tried to plant fear and desolation.
That's why it is so important to rise up, even with your broken legs, with the noise in your heart that shackles,
for giving too much of yourself to damn pigs, out of love. For this reason,
more paths have emerged before you, far away from toxicity, from damage and ignorance that stole your broken inner girl's dreams away. You have to
heal from within. You must cling to life like air, in order to face the
one who will only use strength, until your courage gains intelligence.
Women, let us raise our battle scream and take our
honor back! Let us regain what has been taken from us, unjustly and by force:
the certainty of knowing we deserve
better, that we are ENOUGH. Let's open the doors to run away from those who slow down our
progress, steal our joy and break our hearts daily to feel themselves more men.
Gritar, desde el fondo de la impotencia nos hace libres, nos devuelve las alas -digo yo.
Vociferar el horror de sabernos blanco ante la mira del cobarde, quien juró protegernos y nos rompió ‘sin querer, queriendo’, la voz. Sabemos que cuesta levantarse de los dientes rotos y encontrar el rugido gutural para sacar la rabia, levantar nuestra honra, para no partirnos en dos; Encontrarnos a nosotras mismas en la pérdida, en la palabra alzada, las letras perdidas, en el arte que sana los moretones del alma y nos llena de nuevo el pulmón. Ese es el lujo del que nadie puede privarnos, nuestro espacio íntimo donde estamos a salvo del narcisismo y la manipulación.
Podrán los hombres que juraron amarnos marginar lo que somos, retrasar nuestra huida, cerrarnos el paso hacia la luz, hasta que sepamos de dónde proviene nuestra fuerza y la voz cascada que espera brotar de nuestro interior, como un manantial de amor. Cuando llegue la hora de levantar el vuelo, luego del oprobio y la burla, más allá de las lágrimas y el dolor, no existirá puño que nos merme, ¡nadie será capaz de amedrentar a una mujer que se ama a sí misma y se sabe dueña de su propio YO! Nadie detendrá la semilla esparciéndose en el viento, donde otro quiso plantar miedo y desolación.
Por eso es tan importante levantarse, aún con las piernas partidas, con el ruido que arrastra el corazón de tanto darse a los cerdos, por amor. Por eso, surgen más caminos abriéndose lejos de lo tóxico, del daño y la ignorancia ladrona de los sueños que se han partidos dentro de nuestra niña interior. Hay que sanar desde lo interno. Hay que aferrarse a la vida como aire para combatir a quien sólo conocerá la fuerza, cuando la inteligencia gane valor.
¡Mujeres, alcemos nuestro grito de batalla y recuperemos la honra! Recobremos aquello que nos han tomado a la fuerza e injustamente: la certeza de sabernos suficientes, de saber que merecemos mejor. Abramos la puerta para salir corriendo de quien frena nuestro progreso, roba nuestra alegría y nos rompe a diario el corazón.
Este es el tiempo de protesta. ¡Este es el éxodo de nuestra voz!
Por Jael Uribe
